Aprender música en la infancia fortalece el cerebro

Las lecciones de música recibidas en la infancia podrían dar frutos adicionales e inesperados décadas después, incluso para quienes ya no tocan un instrumento. Según los resultados de un estudio preliminar, esa formación musical contribuye de manera importante a mantener la destreza mental en la vejez.

 

Para el estudio se reclutó a 70 personas sanas con edades entre los 60 y los 83 años, que fueron repartidas en grupos según su nivel de experiencia musical.

 

En varias pruebas cognitivas, los músicos claramente obtuvieron mejores resultados que los individuos que nunca habían estudiado un instrumento o aprendido solfeo.

 

La actividad musical a lo largo de la vida puede resultar un ejercicio cognitivo intenso, capaz de fortalecer el cerebro como el deporte fortalece el cuerpo. El resultado puede ser, por tanto, que el cerebro afronte mejor los desafíos del envejecimiento. Como estudiar un instrumento requiere de años de práctica y aprendizaje, ese proceso puede crear conexiones alternativas en el cerebro que luego servirán también para otras cosas, y que podrían compensar las disminuciones cognitivas que aparecen a medida que envejecemos.

A pesar de que se ha investigado mucho sobre los beneficios cognitivos de la actividad musical en los niños, este nuevo estudio llevado a cabo por las investigadoras Brenda Hanna-Pladdy y Alicia MacKay, del Centro Médico de la Universidad de Kansas, es el primero en examinar si esos beneficios pueden durar de por vida.

 

En un grupo de participantes del estudio, estaban las personas sin formación musical. En el segundo, las que tenían de uno a nueve años de estudios musicales. Y en el tercero, quienes contaban con al menos 10 años de formación musical. Todos los participantes tenían niveles similares de educación y estado físico y no mostraban evidencia alguna de enfermedad de Alzheimer.

 

Todos los músicos eran aficionados que comenzaron a tocar un instrumento a los 10 años de edad aproximadamente.

Los músicos de alto nivel (los que más tiempo habían dedicado a su formación musical y a practicar, obtuvieron los mejores resultados en las pruebas cognitivas, seguidos por los músicos de bajo nivel, y, en último lugar, quienes no eran músicos. Esta pauta revela una clara tendencia a disfrutar de un intelecto más robusto en la vejez cuanto mayor es el tiempo que la persona ha dedicado a la práctica musical.

 

La mitad de los músicos de alto nivel todavía tocaban un instrumento cuando se enrolaron en el estudio, pero no se desenvolvieron mejor en las pruebas cognitivas que los otros músicos de alto nivel que habían dejado de tocar años antes. Esto sugiere que la duración de la formación musical era más importante que el hecho de si los músicos continuaban tocando a una edad avanzada.

 

Basándose en investigaciones previas y en los resultados de este estudio, el equipo cree que son fundamentales tanto los años de formación musical como la edad en que se adquieren esos conocimientos musicales.

 

Hay períodos cruciales vinculados a la plasticidad del cerebro que mejoran el aprendizaje, lo cual puede hacer que sea más fácil aprender a tocar un instrumento musical antes de cierta edad, y además lograr que ese aprendizaje influya de manera positiva en el desarrollo del cerebro y su resistencia a los efectos del envejecimiento.

 

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología: http://noticiasdelaciencia.com

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